Pasos para un Estudio Bíblico Efectivo (Parte 2)

“Jesús le respondió: ―Escrito está: ‘No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’” Mateo 4:4 (NVI)

Dios quiere que apliquemos su Palabra y dejemos que cambie nuestras vidas, pero todo comienza con el estudio de la Palabra de Dios. ¿Cómo lo haces? Ayer les di dos principios generales para aplicar en cualquier método de estudio de la Biblia.

1- Haz las preguntas correctas.
2- Escribe tus observaciones.

Hoy, voy a compartir tres más.

3- Aplica la Palabra de Dios.

En este paso vas del "qué" al "ahora que" y haz lo que dice la Biblia. La meta final de todo estudio bíblico es la aplicación. En otras palabras, ¿cómo cambiará mi vida las Escrituras? Nunca nos conformamos solo con la comprensión. 

Nuestra meta es aplicar los principios bíblicos a nuestra vida diaria. Todos nuestros esfuerzos de estudio de la Biblia realmente no tienen ningún valor, si al final del análisis no nos parecemos más a Cristo. De hecho, solo crees en la parte de la Biblia que aplicas. ¿Crees en compartir a Cristo con los demás? ¿Crees en el diezmo? ¿Haces esas actividades? Si no los haces, entonces realmente no crees lo que la Biblia enseña acerca de estos temas.

El problema que la mayoría de nosotros tenemos con la Biblia no es lo que no entendemos; ¡es aplicar lo que entendemos!

4- Estudiar la Biblia sistemáticamente.

No te limites a estudiar la Biblia al azar. Puedes estudiarla sistemáticamente estudiándola verso por verso, libro por libro o tema por tema. Evita el viejo método de inmersión y salto, en el que simplemente se abre la Biblia y se coloca un dedo donde quieras estudiar. Eso no producirá el tipo de resultados que Dios quiere en tu vida.

5- Lee la Biblia una y otra vez.

Esta sencilla herramienta cambiará tu vida. Es increíble lo mucho que puedes sacar de un pasaje si lo estudias una y otra vez y luego regresas al mismo pasaje unos meses más tarde.  Entre más leas un pasaje, más sacaras de él.

No hay mejor momento que hoy para empezar a estudiar la Biblia por ti mismo. No importa cómo elijas estudiar, aplica estos cinco principios, y conseguirás más de lo que estudias.